Esta exquisita receta es muy sencilla de hacer e inolvidable para el paladar. Sólo necesitas los ingredientes necesarios, un buen horno de leña y los accesorios necesarios para realizarla. En este caso, vamos a darte las instrucciones para una pierna de cordero al horno y, en función del número de comensales, sólo es adaptar las cantidades. Toma nota ¡y buen provecho!
Tienes que encender el horno de leña. Para ello, elije madera buena y siempre bien seca, que prenda, si es aromática como la leña de naranjo ¡el resultado será increíble! Una vez enciendas el horno, tienes que esperar a que alcance la temperatura óptima (250º). Un truco para ganar en humedad dentro del horno, es colocar un recipiente con agua en el interior, así conseguiremos que la carne salga más tierna y en su punto.
Salpimentamos, con un poco de aceite de oliva, el cordero por los dos lados y dejamos el cordero con la parte interior, boca arriba, en la cazuela de barro. Si lo deseas, puedes añadir especias o hierbas a tu gusto, como el romero, que también le va muy bien y le da un toque de sabor muy especial.
Una vez tengamos el cordero preparado y el horno en su temperatura óptima, ya caliente, metemos en cordero y dejamos que el horno baje hasta unos 160º, no más. Con el pirómetro, en todo momento, puedes ir controlando la temperatura. Antes de meter el cordero al horno de leña, vierte un vaso de agua en la base de la cazuela, el cordero irá soltando sus jugos, con los que se irá formando su salsa, natural, la cual
quedará muy sabrosa.
Una vez tengamos el cordero dentro del horno, tenemos que dejarlo en la posición de boca arriba, por una hora aproximadamente. Durante este tiempo, es importante hidratar la carne cada 20 minutos, echándole por encima la misma salsa que se crea y cae en la base de la cazuela.
Después de la hora, es el momento de darle la vuelta al cordero y echarle la salsa que se está creando con los mismos jugos del cordero y el agua. En este caso, sólo tenemos que dejarla unos 20 minutos. Cuando
pase este tiempo, puedes pinchar con el pincho de carne para comprobar su textura y, si lo ves en su punto, ayúdate de los guantes para sacar la cazuela de barro y servir en la mesa.